Ahora bien, ¿De donde surge ello?, ¿Será acaso que consideran que la información que contiene una planificación estratégica es información que debe permanecer confidencial?, o simplemente ¿Consideran el proceso de planificar estratégicamente algo engorroso?.
La frustración que pueda surgir en los procesos de creación de una planificación estratégica, puede originarse de múltiples razones, entre las cuales podríamos mencionar:
1. Confundir estrategia con planeación, es decir, entre crear, formular planes de acción viables y lo que es una estrategia, que va más de la mano con ese análisis que ayuda a escoger las mejores opciones para ser competitivos. Es aquí en donde generalmente falla los altos directivos de la empresa. Primeramente debemos siempre enfocarnos, en lo que queremos lograr para marcar la diferencia, es decir, la estrategia, y de allí edificar el conjunto de tareas y actividades que son necesarias llevar a cabo para lograr llegar a ese objetivo relacionado con la estrategia. Para poder crear buenas estrategias, se debe analizar los cambios del entorno, las oportunidades y amenazas en torno a ese producto, servicio.
2. Pretender aplicar planificación estratégica mediante cifras sin análisis, sin estadísticas, por considerarlo complejo y bajo el pretexto de mantenerlo todo simple, como si se tratará de una bodega en donde solo bastan sumas y restas. Muy centrados en crear frases que contemplan dentro del compendio de lo que consideran cultura organizacional, pero distantes del diagnostico serio y preciso que es necesario, para ser rentables en el tiempo. Esto da como resultado tener visiones, misiones alejadas de la realidad competitiva de la empresa, útiles para llenar nuestro ego organizacional, pero inútiles para afrontar los retos del mercado, debido a la incertidumbre que esto genera. Esto es lo que, por lo general diferencia a las empresas fuertes y vigorosas, de otras que simplemente se estancan, o crecen medianamente.
3. La poca importancia que se le da a la creación de un proceso de formulación estratégica, para la revisión, comunicación del plan estratégico organizacional. No hacemos nada con crear un plan estratégico que no podamos mantener actualizado, al cual los líderes no le hagan seguimiento. Parte del éxito de una empresa está en darle importancia a la rendición de cuentas periódica relacionadas con el plan estratégico, para tener la certeza de que se está cumpliendo con lo planificado. Así mismo, si se deja de comunicar la estrategia a toda la organización, dejándola solo plasmada en una hoja Excel, no estamos haciendo nada. Los resultados, avances de la planificación estratégica deben ser comunicados a toda la organización, de manera de que todos entiendan como aportan desde su rol, al logro de los objetivos que se han propuesto.
4. No medir la estrategia planteada, lo que se traduciría en la nada, en letra muerta, en una perdida de tiempo. Es por ello que la metas deben ser objetivas y cuantificables, realizables.
5. Crear estrategias alejadas de la realidad, del día a día. Toda estrategia debe aterrizar en las operaciones, en el presupuesto anual, en las políticas del talento humano, planes de compensación, y la estructura organizacional. Toda estrategia debe impulsar la gestión del cambio dentro de una organización.
6. Falta de consenso en el cuerpo directivo de la organización. La alta gerencia debe lograr establecer un clima de gobernabilidad, de unidad y consenso en la toma de decisiones.
Muchas empresas se niegan a la planificación estratégica, sin embargo, este es uno de los métodos mas efectivos para darle orden, certeza a la organización, gestionar la incertidumbre, reducir riesgos, y hacer lo correcto de la mejor manera.
La planificación estratégica debe ser vista como un proceso que documenta, establece la dirección, el camino a seguir en una organización, evaluando su estado actual y el futuro de la misma. Se debe comenzar definiendo misión, visión, valores, objetivos alcanzables a corto, mediano y largo plazo, de la mano con estrategias aplicables, y planes de acción orientados al logro de dichos objetivos, en donde todo el personal se vea involucrado desde el rol que le corresponda ejecutar.
María Alejandra Tuozzo M.
Abogada